Entrenamiento Personal

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Preparación física para la optimización del rendimiento en deportes colectivos

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Motivación

Pequeñas ayudas para que no desistas en tus objetivos

martes, 5 de marzo de 2013

SOY TAEKWONDISTA Y CUMPLO ESTAS NORMAS


Son varios los motivos por los que últimamente el recuerdo de esos años de dedicación y entrenamiento se hacen cada vez más presentes. Pero sin lugar a dudas ver a mi hermano en televisión realizando aquello con lo que tanto he disfrutado ha despertado en mí una disparidad de sentimientos entre los que destacan la nostalgia y el orgullo. Un bombardeo de sensaciones e imágenes que vuelan a través de los años y provocan que se acelere mi pulso. Y me descubro feliz, feliz por recobrar esos sentimientos que todo deportista ha sentido en tantas ocasiones.


Permitidme que, antes de empezar, me centre en un momento, permitidme que sea mi hermano el protagonista de tal, pero no pude evitar que un escalofrío me recorriera al verlo. Esta imagen para mí evoca la perfecta conexión entre cuerpo y mente, el estado de no-acción (o wu wei en kung-fu) en el que el individuo es uno consigo mismo y con el entorno y fluye a través de ese momento. Esas sensaciones en las que no hay nada ni nadie más que tú y ese instante y tu cuerpo se deja llevar porque sabe que es lo que tiene que hacer. ¡Qué maravilla!


Pero no es de lo que quiero hablar hoy, sino acerca de todos aquellos valores que nos brinda el deporte, a mí particularmente el taekwondo, y que sin duda han sido una realidad conformadora de lo que viene siendo la persona en la que me convierto día a día.

Os confieso que recuerdo perfectamente esos momentos en los que saludábamos a la bandera, perfectamente ordenados y proclamábamos voz en grito lo que para nosotros eran los axiomas irrefutables de nuestro gimnasio, el grandísimo Gimnasio Kang, y deporte. Nosotros somos Taekwondistas y cumplimos estas “normas”:

1º Ante todo ser responsable.
2º Con paciencia se consigue todo.
3º Primero la obligación después la devoción.
4º Tener amor y ser leal a mi país.
5º Tener obediencia a mis padres.
6º Estudiar mucho.
7º Respetar a los mayores.
8º Terminar siempre lo que se empieza.
9º Ser fiel con los amigos.
10º Teniendo salud puedo hacer lo que me proponga:

·         Seguir un camino correcto.
·         Ser valiente y fuerte.
·         Deshacerme de las cosas malas.
·         Ayudar al débil.
·         Tener respeto a mi maestro ya que lo será para siempre.

Son toda una declaración de intenciones y una muestra de todos aquellos valores que el deporte transmite a sus practicantes. Esos años de entrenamiento moldearon mi forma de ser hasta tal punto que llegado el momento supe que yo debía dedicarme al deporte, no sólo por gusto sino  por gratitud, para poder devolver a alguien todo aquello que el deporte me proporciono.

Porque el deporte nos enseña que cada minuto de entrenamiento cuenta, que hay que mirar hacia delante pues los triunfos de ayer hoy ya no sirven, que fallar es parte de nuestra vida pero lo importante es reponernos y seguir trabajando en busca de tu objetivo. Que cómo nos dice Xesco Espar: "el éxito se atrae por la persona en la que te conviertes día a día". Porque el deporte no sólo conlleva una transformación física, sino que es un todo con tu mente y tu corazón.

Ayer me sorprendió la incredulidad del jurado ante las muestras de respeto que como alumnos hemos  de profesar a nuestro maestro. Pero no me cabe duda que esa situación es fiel reflejo de la sociedad en la que vivimos. No estamos atravesando sólo una crisis económica, sino que también atravesamos por una crisis de valores, para mí, aún más preocupante. La desesperación, victimismo, conformismo, apatía, etc. son tan comunes hoy en día que los hemos aceptado cómo válidos olvidando que lo principal es creer en uno mismo, tener claro tu objetivo y ser el mejor tú que puedas llegar a ser.

Casualmente los niveles de obesidad infantiles aumentan exponencial y alarmantemente, así cómo descienden las actividades deportivas en chicos adolescentes. Y a la vez, nos quejamos de que en los institutos y escuelas los chicos son más díscolos y arrogantes, que ya no respetan a los demás. Obviar que ambas situaciones están entrelazadas es un error, así cómo obviar el deporte en su papel educativo.

Pep Guardiola, en una entrevista con Trueba para una campaña de anuncios del Banco Sabadell, comentaba: “La herramienta más educativa que he tenido ha sido a través del deporte. Ahí he aprendido a aceptar la derrota, aprender que otro es mejor, a levantarme después de no haber hecho bien las cosas, esforzarme para hacerlo mejor, de que mi compañero es mejor que yo, de que el que manda diga hoy no juegas, hoy has sido maleducado, por tanto, no vas a participar. Todo esto me lo ha dado el deporte, ha sido mi educación”.

Por eso estaré siempre agradecido al deporte, por eso quise dirigir mi camino hacia él, pues  desde pequeño ha sido mi educación, ha modelado la persona en la que estoy orgulloso de haberme convertido y parafraseando a Del Bosque me veo en la necesidad de protegerlo, de cuidarlo y mimarlo, para poder ejercer mi profesión trasladando la mejor ética y conducta.

El deporte ha sido mi maestro y he de respetarlo, ya que lo será para siempre

¡Qué la fuerza os acompañe!

Pablo E. Roig Fernández

domingo, 3 de febrero de 2013

EL ARTE DE ENTRENAR



¡Con todos ustedes, a un lado del cuadrilátero, con un peso de tropecientos títulos, 300 lecturas en la última semana y un artículo publicado en revista de impacto tenemos al Doctor Teórico! ¡Al otro lado, con una experiencia de cientos de combates, con su ya más que tradicional repertorio de ejercicios decisivos y su característica sonrisa de confianza de esto ya lo hice en su momento el gran Mister Práctica!

Últimamente nos empeñamos en confrontar las dos caras de una misma moneda, una dualidad que confiere credibilidad y coherencia a nuestro trabajo. No existe la una sin la otra, no hay un bien y un mal, un blanco o un negro, teoría y práctica deben ir juntas, de la mano, para poder aspirar a ser el mejor entrenador posible.

No podemos caer en el error de pensar que en los libros están todas las soluciones, pero tampoco podemos pensar que no funcionan y prescindir de ellos o caer en el pensamiento de que: “La teoría equivale a todo aquello que es cierto pero no funciona; y la práctica equivale a lo que no es correcto pero da resultado”.  

Debemos ser capaces de interpretar la teoría, valorar cuáles son los conocimientos más adaptados a nuestra realidad y también valorar nuestras experiencias prácticas, y lo más difícil conseguir aplicarlas en nuestros entrenamientos, pues cómo dice el gran Gerard Morás: “El problema está en teorizar mucho una ciencia, que sin duda, tiene mucho de arte”. Arte, que buena palabra.

“El conocimiento no es suficiente, debes aplicarlo” (Bruce Lee).

El punto de partida es el conocimiento, no sólo de tu deporte, sino también de tus jugadores. Es muy común encontrarnos al entrenador que continuamente se refiere a: “esta tarea la he hecho yo en otros equipos y me ha funcionado”, y puede ser perfectamente válida, pero cada grupo, cada individuo es diferente, incluso ese mismo grupo no es el mismo cuando vuelves a repetir una misma tarea otro día de entrenamiento, el exceso de confianza en las prácticas pasadas sin conocimiento alguno puede ser poco eficiente e incluso peligroso (Genial Don Arturo). Dos entrenadores pueden aplicar el mismo ejercicio y obtener resultados completamente diferentes.

Un poco más lejos va el señor Paco Seirul.lo cuando nos habla no de entrenamientos, sino de episodios de entrenamiento, los cuáles son completamente diferentes unos de otros pues se producen en momentos diferentes de la vida de tus jugadores. 

Cada persona en sí es un conjunto de estructuras íntegramente relacionadas, obviarlas tratándolos como máquinas autómatas sólo nos puede conducir al error. Todo ejercicio, o tarea de entrenamiento, repercute en todas a la vez, por lo que una misma tarea puede ir enfocada a varios objetivos. 

“No se trata de lo que enseñas, sino de lo que enfatizas” (John Wooden), la dificultad estriba en saber interpretar cuál es el enfoque necesario en cada momento para conseguir potenciar las competencias de nuestro equipo. Y sólo conociendo a nuestros jugadores somos capaces de conseguirlo, pues todo lo necesario ya está dentro de ellos y citando a Marcelo Bielsa:el arte de entrenar es hacer que florezca la virtud de tus jugadores”. Arte de nuevo, que curioso.

Al iniciar el combate, todo lo que él posee es su entusiasmo y los golpes que aprendió mientras se formaba. A medida que la lucha avanza, descubre que el entusiasmo y el entrenamiento no son suficientes para vencer: se necesita experiencia” (Paulo Coelho)



Partimos de nuestros conocimientos, sí, son los que nos llevan a enfocar nuestros programas de entrenamiento, basándonos en lo que ciertos autores que consideramos de confianza nos dicen que es lo adecuado, pero conforme vamos entrenando nos damos cuenta que hay cosas que se nos escapan, problemas que surgen que no están en los libros y ahí es donde la experiencia y la práctica nos ayudan a progresar. Pues toda tarea es muy bonita planteada en un papel, pero cada entrenador debe ser capaz de interpretarlas al llevarlas a cabo, dándoles un matiz diferente en cada nueva interpretación, permitiendo que cada uno sea capaz de dar un significado y una puesta en práctica diferente en función de sus características.


Es por ello que entrenar considero que se convierte en un Arte, pues no sólo se trata de plasmar la idea, sino de interpretarla correctamente en función de tus jugadores, del momento o del objetivo. No sólo se trata de programarla y redactarla, sino de tener la capacidad de variar la idea durante la puesta en escena, de “improvisar”, si así lo requiere, una nueva variante. No sólo requiere de un planteamiento si no de la inspiración y la conexión con tu equipo u obra. Y todo ello no se puede conseguir prescindiendo de una de las dos caras de la moneda, ciencia y práctica, pues ambas se retroalimentan y ambas son indisociables.





Para terminar me gustaría mencionar estas palabras de Javier Imbroda con las que acostumbra a cerrar clínics, cursos y similares: “en el deporte de alto rendimiento son los jugadores los que marcan la diferencia, sin embargo, en las etapas formativas son los entrenadores los que las marcan”.



Las marcarán aquellos entrenadores cuyo entusiasmo eleva la calidad de su trabajo, cuya capacidad de liderazgo invita a sus jugadores a pertenecer a una gran familia, cuyo comportamiento sea visto como un ejemplo a imitar por sus jugadores, cuya satisfacción sea la de hacer progresar a sus jugadores, en definitiva, aquellos que hagan del entrenamiento un ARTE.

¡Qué la fuerza os acompañe!

Pablo E. Roig Fernández

domingo, 3 de junio de 2012

BREAKING THE HABIT

A la hora de trabajar con nuestros clientes muchas son las estructuras relacionadas desde las que abordar cada entrenamiento. Los aspectos condicionales, nutricionales, emocionales, preventivos, etc. forman parte de un todo y no deben ser trabajados en compartimentos estancos.

Atendiendo a esta premisa debemos contemplar que “cada persona/deportista es una estructura hipercompleja configurada por interacciones/retroacciones entre estructuras” Seirul.lo dixit.

Es por lo que vengo hoy a hablar acerca de los hábitos de vida y cómo su configuración forma parte de un todo que nos va a ayudar no sólo a alcanzar los objetivos propuestos, sino a que perduren el máximo tiempo posible.




A nosotros, como entrenadores personales, se nos contrata para conseguir unos objetivos, pero éstos vienen adheridos a unos hábitos que van a ayudar o perturbar su consecución. First we form habits then they form us” (Jim Rohn).





Tener unos buenos hábitos es más que fundamental, pero cambiar aquello que se realiza de manera habitual suele costar mucho esfuerzo. “El mal hábito, una vez adquirido, es imposible de borrar, la forma de asentar un nuevo hábito es emplear tal energía en su adquisición que el viejo hábito se retire por sí mismo” (Robin Sharma).

Pero es importante antes de nada hacer ver a nuestros clientes que no están obligados a cambiar nada, la única razón por la que deben plantearse el modificar sus hábitos es porque quieren, porque son conscientes de que es lo más correcto que pueden hacer. El cliente es la parte fundamental de todo esto.  




Siembra un pensamiento y cosecharas una acción; siembre una acción y conseguirás un hábito; siembra un hábito y cosecharás carácter; siembra carácter y cosecharás un destino” (proverbio anónimo).



Voy a presentaros un modelo de registro e incentivos para la adquisición de hábitos y objetivos para nuestros clientes. Me he basado en varias cosas: sistema de aprendizaje por refuerzos, los pasos en la elaboración de objetivos del libro “El monje que vendió su Ferrari” y en los sistemas de logros y desbloqueo de nuevas aplicaciones tan de moda en videojuegos (tener a un hermano adolescente ayuda mucho).

En primer lugar es esencial que se realice una buena evaluación inicial, con todos los aspectos que ella conlleva. En ella debemos determinar cuál es el objetivo principal que tenemos de entrenamiento, pero también que otras metas parciales nos podemos ir marcando. Estas metas parciales estarán relacionadas con el objetivo principal y nos ayudarán a ir estableciendo pequeñas etapas de éxito que no harán sino reforzar la motivación de nuestro cliente.

Los hábitos a trabajar están adheridos a estos objetivos, son los pequeños aspectos clave que harán más fácil no sólo el logro de estos objetivos sino el mantenimiento de estos en el tiempo. Una vez determinemos estos objetivos, sub-objetivos y hábitos a modificar/conseguir podemos seguir estos 5 sencillos pasos:

1. VISUALIZACIÓN DEL ÉXITO EN LA CONSECUCIÓN DE TU OBJETIVO.


El hecho de imaginarlo abrirá las puertas de su consecución. Si el objetivo es, por ejemplo, la pérdida de peso (en un cliente con sobrepeso) imaginarse en forma en el estado físico que él desea, cómo él/ella quiere llegar a estar. Cuanto más clara sea la imagen mental, más efectivo será el proceso.

"I visualized where I wanted to be, what kind of player I wanted to become. I knew exactly where I wanted to go, and I focused on getting there." Michael Jordan

2. SOMETERSE A UNA AUTO-EXIGENCIA POSITIVA.

La falta de perseverancia en la lucha por tu objetivo se debe a que es fácil recaer en los viejos hábitos. El someterte a una presión controlada puede ayudarte a rendir más. Cada persona responde diferente a un grado de presión por lo que habrá que adaptarla en función de la necesidad de cada cliente. Una manera sencilla de auto-imponerse presión es la de exponer en público tus objetivos: “Voy a trabajar con un entrenador personal y voy a perder 5 kg en 6 semanas”. Al exponer públicamente tu objetivo, la presión te estimula a trabajar en la dirección fijada. Esta auto-exigencia nace en cada entrenamiento, es la manera más segura de alcanzar la excelencia.

"El mundo está en las manos de aquellos que tienen el coraje de soñar y correr el riesgo de vivir sus sueños" Paulo Coelho.

3. MARCARSE SUB-OBJETIVOS, PERO ESTABLECERLES UNOS PLAZOS.

El marcar los sub-objetivos ayudará a ambos. Por un lado servirán de motivación a nuestros clientes que verán cómo poco a poco van mejorando y progresando en su trabajo. Por otro lado, a nosotros los entrenadores, nos ayuda a reforzar nuestros programas de entrenamiento cuando el cliente ve que se van obteniendo resultados.

Pero estos sub-objetivos que nos vamos marcando deben periodizarse también, deben marcarse su fecha de consecución, para poder darles vida y que sean parte de la auto-exigencia del cliente. Además deben estar relacionados con todas las estructuras que vamos a mejorar para que todo vaya de la mano.

Lo ideal de estos sub-objetivos es plasmarlos en papel y a su vez darles distintos grados de adquisición, esto nos ayudará a motivar a los clientes y hacerles ver que siempre hay margen de mejora.

Una manera sencilla de periodizarlos es a través de un sistema de logros o medallas. Esto significará que a cada objetivo le demos 3 grados de consecución (oro, plata y bronce) para que el sujeto vea que avanza de forma progresiva. El punto de partida será la evaluación inicial del sujeto, de este modo adaptaremos al sujeto personalmente todos y cada uno de los sub-objetivos que queremos mejorar. A modo de ejemplo os presento unos cuántos sub-objetivos derivados de un sujeto con el objetivo de reducir su sobrepeso y aumentar su fuerza:

CATEGORÍA
BRONCE
PLATA
ORO
PESO
<95 KG
<90 KG
<85 KG
CORE
1 ronda Test FIFA
2 rondas Test FIFA
3 rondas Test FIFA
RESISTENCIA
20’ carrera continua. (116-142 ppm)
25’ carrera continua. (116-142 ppm)
30’ carrera continua. (116-142 ppm)
FUERZA (flexiones)
25 flexiones
30 flexiones
35 flexiones
FUERZA (dominadas)
5 dominadas
10 dominadas
15 dominadas
% GRASA
<24%
<22%
<20%
IMC
<26 kg/m²
<24 kg/m²
<22 kg/m²

Lo ideal es que la dificultad de consecución sea proporcional al color de la medalla, por lo que los sub-objetivos de bronce serán sencillos de conseguir, pero conforme los vaya consiguiendo su fuerza y su dedicación serán fundamentales para poder alcanzarlos.

A esta propuesta de graduación añado dos acciones que considero fundamentales para la fidelización del cliente con su entrenador personal: el seguimiento y el refuerzo.

En estos tiempos, las redes sociales nos acercan a todo el mundo de una manera tan sencilla y tan directa que sería un error no aprovecharla. Para que el cliente se sienta arropado por su PT, hay que saber escoger aquellos vídeos, aquellos mensajes que refuercen a nuestros clientes a progresar en el objetivo a alcanzar. No nos cuesta nada invertir un minuto de nuestro día a día a enviarle a nuestro cliente algo que le haga creer en sí mismo, en que lo puede conseguir. No debemos olvidar que somos los copilotos en ese viaje hacia la mejora personal, y el saber que los apoyamos y reforzará los lazos con nosotros.

Por otro lado, el ir dando premios en función de los objetivos alcanzados ayudará a motivar (aunque sea una motivación extrínseca) a nuestros clientes. Es sencillo, pasamos muchas horas con ellos y debemos conocer sus gustos y aficiones. El regalar una sesión de trabajo, una entrada al cine, invitarles a una cena o regalarles un libro de su autor favorito, no supone un esfuerzo grandísimo para nosotros, pero dejaremos una huella enorme en nuestro cliente. Es por ello que veo interesante el agrupar los logros y que el sujeto sepa que supone el conseguir 5 medallas de bronce. Como ejemplo:

LOGRO
PREMIO
5 BRONCES
UNA SESIÓN DE ENTRENAMIENTO GRATIS
5 PLATAS
UNA CENA DÓNDE EL SUJETO DECIDA
5 OROS
UNA SESIÓN DE MASAJE/SPA

4. LOS NUEVOS HÁBITOS TARDAN UNOS 21 DÍAS EN INSTAURARSE.

Debemos perseverar en los hábitos a adquirir, ya que a las 3 semanas de aplicación conseguimos que realizar la actividad que nos proponemos sea ya parte de nuestra vida. Si los vamos cumpliendo o no de manera intermitente nunca conseguiremos que formen parte de nosotros mismos.

Una forma sencilla de regular este proceso es a través de una sencilla planilla de Excel en la que nuestros clientes señalen si han realizado o no el hábito que hemos acordado. Tenerla en un lugar dónde más miembros de la familia lo vean ayudará a que perseveren en su ejecución.

Puede parecer algo demasiado duro y poco flexible, pero hay que hacer ver a nuestros clientes que no están obligados a cambiar nada, que son ellos los que han decidido hacerlo y si lo hacen es porque quieren y saben que es lo correcto.

Algo que nos ayudará a fortalecer esa adquisición serán los rituales. Al introducir una actividad en tu rutina diaria haciéndola de la misma forma y a la misma hora cada día, conseguiremos que esa actividad se convierta rápidamente en un hábito.

Un ejemplo práctico, siguiendo el mismo perfil de cliente, podría ser la inclusión de una pieza de fruta a media mañana o tarde, por lo que sería más fácil establecer esto como hábito si establecemos, por ejemplo, las 11 y las 18 horas como la hora en la que lo debe hacer, así ayudaremos a que se acuerde.

5. DISFRUTA DEL CAMINO



Esto posiblemente sea lo principal. Tienes que disfrutar el cambio, tu lo has elegido, vamos a ir hacia el desarrollo personal que tu deseas por lo que no hay otra vía que no sea el placer y la satisfacción de tomar las riendas de tu vida.





Vive intensamente cada día de entrenamiento, disfruta de los momentos de descanso, comparte con tus seres queridos tus alegrías, ríe a diario, haz lo que te gusta, todo lo que te haga feliz y los cambios que hagas en tu vida serán para siempre.

Las personas cambian cuando se dan cuenta del potencial que tienen para cambiar las cosas” (Paulo Coelho).

Recuerda estos 5 pasos, te ayudaran a focalizar el trabajo de hábitos con tus clientes, pero debes recordar que tu eres sólo el copiloto en este viaje, son ellos los que deben conducir el camino necesario para su desarrollo personal. 

"Para que haya cambio de hábitos se requieren tres elementos: Necesidad (percibir los beneficios personales del cambio), conocimiento (tener los recursos personales y materiales para llevarlo a cabo) y frecuencia (repetición, para generar pensamiento y acción sostenible)".(Pilar Jericó).










El camino empieza en ellos mismos.










Que la fuerza os acompañe

Pablo E. Roig Fernández

lunes, 21 de mayo de 2012

COACHING: ¿EN QUÉ RADICA SU ÉXITO?


Comienzo este post a raíz de ver una conferencia de Anthony Robbins que me recomendó Juan María Luna (http://juanmarialuna.blogspot.com.es/2012/05/best-lessons-of-anthony-robbins.html), ya que es impresionante la fuerza que tienen sus palabras y las sensaciones que trasmite, pero no puedo evitar cuestionarme en que se radica el éxito de estos coachs.

Antes de nada, lo primero que hay que cuestionarse es: ¿qué es el coaching? Depende de la fuente, cada uno expresa a su manera lo que supone el coaching, siendo éstas algunas de las definiciones:

Para Incoade (instituto de coaching deportivo) el coaching es “la herramienta más sencilla y potente para el desarrollo del talento, porque se basa en la activación de la inmensa capacidad de cada individuo para promover su propio crecimiento”. Talento, capacidad, crecimiento, interesante palabras, pero lo más llamativo para mí, de esta definición es la palabra propio, veámos que más definiciones encontramos.

La empresa RTCoaching nos define coaching como “una técnica que desafía, que incita a cuestionarse concepciones antiguas de cómo hacer las cosas dentro de una organización. Conduce a la reflexión y la búsqueda de soluciones no contempladas hasta el momento. Proyecta creatividad e innovación, y provoca ACCIÓN inmediata”. Reflexión, búsqueda y una nueva alusión a la importancia del individuo y a su proceso de aprendizaje. Sigamos.

Por último, la escuela de inteligencia y la universidad Camilo José Cela, nos presentan el coaching deportivo como “un proceso que facilita a entrenadores y deportistas el desarrollo de habilidades, capacidades mentales y emocionales para conseguir resultados deportivos extraordinarios”. Cómo podéis comprobar, todas muy distintas pero a su vez con elementos comunes.

De estas definiciones tan dispares, se puede sacar un denominador común: el desarrollo personal. Pero, ¿esto es algo novedoso? Veámos:

¡Oh! Tú que deseas sondear los arcanos de la naturaleza, que si no hallas dentro de ti mismo aquello que buscas, tampoco podrás hallarlo fuera.
Si tú ignoras las excelencias de tu propia casa, ¿cómo pretendes encontrar otras excelencias?
En ti se halla oculto el Tesoro de los Tesoros.
¡Oh! Hombre, conócete a ti mismo y conocerás el Universo y a los Dioses”

ORÁCULO DE DELFOS

Esta inscripción lucía en el frontispicio del templo de Apolo en Delfos, y fue adoptada por Sócrates, como el pilar de su pensamiento: CONÓCETE A TI MISMO y esto fue en el siglo V a.C. Desde entonces, continuamente, a lo largo de la historia se ha apelado al conocimiento propio como una medida de crecimiento y plenitud personal (como la meditación hinduista del vichara, que se basa en la formulación repetida de la pregunta: ¿quién soy yo?). 

Daniel Goleman, autor del libro “Inteligencia emocional”, nos define auto-conocerse como: “identificar los pensamientos, los sentimientos y la fortaleza de cada uno, y notar cómo influyen en nuestras decisiones y acciones”. Si eso viene de lejos, ¿en qué radica su éxito?

No os voy a descubrir nada, pero estamos en tiempos difíciles, no sólo por la crisis económica, si no por una crisis de identidad y  de valores preocupante. Hasta las personas que saben afrontar sus problemas con la mayor madurez posible tienen momentos de inseguridad y de duda.

Muchas veces una pérdida, un mal resultado, una mala experiencia comienza a sembrar esa duda, ese punto de negatividad que poco a poco va ganando terreno en ti, que te va empequeñeciendo, minando tu auto-estima, que te hace olvidar el valor que realmente tienes, haciéndote creer que no eres capaz de hacer lo que ya estas capacitado para hacer, como esa Nada que poco a poco iba devorando el mundo de Fantasía en la Historia Interminable.

Lo ideal en esas situaciones es saber de lo que realmente eres capaz, que los problemas pasan, pero que tu voluntad es más fuerte y que tu forjas tu propio camino, pero como dice Bono (U2): Sometimes you can’t make it on your own.

Ahí aparece la figura del coach, con esos mensajes tan directos, con esa convicción en sus palabras, para recordarte lo que tú ya deberías saber, que tú eres el responsable de tus acciones, y que tienes el potencial necesario para hacer todo lo que propongas, que el único obstáculo eres tú mismo.

No me malinterpretéis, no estoy diciendo que no sean necesarios, ni mucho menos, sólo considero que su éxito radica en nuestros momentos de debilidad, es por lo que ahora tienen tanto éxito. Pero para comprobar su fuerza, lo mejor en sumergirse en una de sus charlas y vivirla, veréis cómo son capaces de hacerte recordar que puedes hacer lo que te propongas.

He decidido hablar de este tema porque creo que es una habilidad imprescindible para cualquier entrenador personal. Nuestro entrenamiento es parte de un todo, todas nuestras estructuras están entrelazadas y obviar la parte emotiva del entrenamiento es un error. Nuestros clientes traen asociados a sus objetivos unos aspectos emocionales que también debemos trabajar, pero no creo que hacerlos dependientes de nuestras palabras sea el camino a seguir. Hay que fidelizar al cliente con nuestro trabajo pero no hacerle dependiente, son ellos los que deben recordar de lo que son capaces pero nosotros somos los copilotos en ese apasionante viaje hacia la mejora personal.

Ellos deben creer en Fantasía y reconstruir poco a poco su nuevo mundo, dejando atrás la Nada que todo lo devora. Y sobre todo, como dice Anthony Robbins: "dare to be great, dare to be powerful beyond measure"

¡Qué la fuerza os acompañe!

sábado, 12 de mayo de 2012

BACK TO BASICS



"Los ejercicios de estiramiento están claramente delimitados a las tendencias apuntadas por Anderson y Sölveborn. Estos autores, entre otros, limitaron la flexibilidad a unos cuántos ejercicios sin pensar que realmente cualquier ejercicio o movimiento deportivo requiere una determinada ADM, enmarcada dentro de las posibilidades de movilización en función de las propiedades de los tejidos y las bases neurofisiológicas".

Con esta reflexión de mi admirado Gerard Morás inicio esta segunda entrada, porque es algo que está muy en boga últimamente. ¿Somos esclavos de nuestras programaciones? ¿Supeditamos el éxito a un determinado material o ejercicio? ¿Realmente, adaptamos el entrenamiento a los niveles de nuestros clientes?

Está claro que debemos partir de algo para trabajar, estructurar nuestro entrenamiento de la forma más coherente posible para alcanzar los objetivos propuestos por nuestros clientes, pero, ¿realmente la adaptamos?

Leyendo el artículo de Mike Boyle: “Deadlift or Squat: what´s the diff?”, sale de nuevo la cuestión al ruedo, ¿qué diferencia una sentadilla de un peso muerto? ¿porqué los introducimos en el entrenamiento? Antes de leer el artículo decía que claramente el squat sería un expone claro de un ejercicio knee dominant, y el peso muerto a su vez, un ejercicio catalogado como hip dominant. Pero vuelven los matices, ¿es así para todo el mundo? Y de repente surge de nuevo esa inquietud: ¡hay que volver a lo básico!

El problema radica en que hemos “olvidado” las bases científicas que sustentan el ejercicio, nos hemos “vendido” a una serie de metodologías, materiales o ejercicios como si fueran la panacea, cuando, realmente, son sólo un instrumento que nos conduce al éxito, un éxito que debe sustentarse en los principios biomecánicos, anatómicos y neurofisiológicos que rigen el movimiento.

Muchas veces planteamos entrenamientos con el convencimiento de que son los necesarios para nuestros clientes, cuando en realidad no sopesamos si ese estímulo es adecuado para el estado en el que se encuentra el sujeto, qué cambios habremos provocado en su homeostasis, si su estructura tolerará tal carga o si sus restricciones le permitirán ejecutar de la manera deseada. ¿Realmente crees que tu cuerpo sabe que estás trabajando con una TRX o ejecutando un bulgarian Split squat?

Pepe Conde lanzó la siguiente reflexión hace unos días: “Para ser un buen entrenador se debe aprender a ser un buen diseñador de estímulos. Saber diseñar el estímulo justo que necesita ese organismo”. Que acertado estuvo a mi parecer. La importancia de saber calibrar (gracias por el matiz Isaac Fernández) esos estímulos es la clave para el éxito del entrenamiento. De nuevo una frase pasa por mi cabeza: “lo esencial es invisible a los ojos” (El Principito,  Antoine de Saint-Exupéry), lo que nos queda por aprender de los grandes clásicos…

Y en esas me veo, en retomar todos aquellos libros que tenía olvidados, en revisar palancas, fuerzas, conceptos anatómicos, etc. He pasado a ser un incompetente consciente de su propia incompetencia, pero sin duda, ese es el camino hacia el progreso, ¡allí nos vemos!

Que la Fuerza os acompañe

Pablo Roig Fernández

Referencias:

Boyle, M. (2012). Deadlift or squat: What's the diff? Recuperado de T-Nation el 5 de Mayo de 2012.

Moras, G. (2011). "Optimización de la movilidad articular en los deportes colectivos" Apuntes Máster alto rendimiento en deportes colectivos. Byomedic. Barcelona.